Tipos de poda de marihuana

La poda de una planta de cannabis es muy útil para aumentar la productividad de la misma. Ésta se produce porque las diferentes técnicas permiten aprovechar mejor la luz que recibe la planta o ayuda a focalizar su energía en las partes más productivas del vegetal. No obstante, una poda mal realizada puede derivar en una disminución drástica del rendimiento del ejemplar, por lo que es muy importante seguir los pasos minuciosamente y empezar por las técnicas más sencillas para ganar experiencia. 

Las podas de cannabis más empleadas son la poda apical, la FIM y la Lollipop. Además, existen técnicas que emplean tutores que podrían entrar dentro de los métodos de poda por sus objetivos, pero no llegan a romper la planta. 

Poda apical

Es uno de los estilos de poda más utilizados y consiste en cortar la punta apical de la planta para conseguir, en su lugar, dos puntas principales doblando el rendimiento del cogollo central. Esta zona pasaría a tomar una forma similar a la letra Y. 

Hay que tener en cuenta que cortar parte de la planta le causará un estrés que traerá consigo varias consecuencias. Por un lado, el ejemplar necesitará entre una y dos semanas para recuperarse por completo de sus heridas. Pasado este tiempo, se puede volver a repetir la técnica. Por otro lado, el crecimiento de la planta se frenará, por lo que se recomienda emplear la poda de cannabis apical en las variedades con tendencia a estirar mucho, como las sativas, cuando se quieren cultivar en interior o se pretende realizar un cultivo discreto. 

Cómo hacer correctamente la poda apical

Para llevar a cabo esta poda de cannabis basta con localizar el brote central, sujetarlo suavemente con los dedos y seccionar toda la yema por la que seguiría creciendo el tronco, con un corte limpio. Es importante aplicar cicatrizante en la zona afectada para evitar la entrada de patógenos por el tronco que infecten la planta o  un exceso de aire que la seque.


De esta forma, los dos brotes que crecían al lado del cogollo central pasarán a ser las colas principales que crecerán con el mismo vigor con el que hubiese crecido la anterior. No obstante, necesitará entre una y dos semanas para recuperarse del estrés sufrido, tiempo durante el cual frenará su crecimiento. Estas características hacen que la poda apical acompañe siempre al método SCRoG que busca un gran desarrollo de ramas laterales para cubrir la mayor superficie posible de la malla con pocas plantas. 

El mayor problema de este tipo de poda para cannabis es la posibilidad de que el ejemplar no se recupere del todo y pierda productividad, aunque esto sólo suele ocurrir con las semillas autoflorecientes debido a su corto ciclo de vida. Además, algunas variedades, si se ejecuta demasiado tarde, en lugar de crear dos cogollos centrales crean reducidas acumulaciones de flores, perdiendo la zona más rentable de la planta.

Poda FIM (Fuck, I Messed!)

La poda FIM es similar a la apical pero, en lugar de sustraer la yema central por completo, se corta entre un 60% y un 80% de la misma. El objetivo es conseguir desarrollar entre 4 y 6 ramas desde la misma yema. De esta forma, aumentará exponencialmente el rendimiento de la planta en la parte alta. Este tipo de poda de cannabis también se puede efectuar dos o tres veces dejando los correspondientes periodos de recuperación entre ellas. 

Debido a la cantidad de nuevas ramas, éstas pueden desarrollarse algo más finas de lo que el vegetal necesita para aguantar las flores, por lo que habrá que tutorarlas. Las desventajas de este método son similares a las de la poda apical. No obstante, en caso de que salga mal, el resultado será dicha poda apical. 

En plantas madre se logrará una cantidad de brotes mayor para esquejes. 

Poda Lollipop 

Aunque la técnica de poda de cannabis Lollipop (chupa-chups en español) se puede aplicar prácticamente a cualquier tipo de cultivo, es muy habitual emplearla en cultivos de interior con el objetivo de focalizar la productividad en las ramas altas, más cercanas a la luz, eliminando las más bajas cuyos cogollos quedarán pequeños en el momento de la cosecha. 

Por lo tanto, el Lollipop consiste en dar a la planta forma de chupa-chups cortando las ramas bajas cuyos cogollos apenas se desarrollarán por falta de luz y, a la vez, otorgar aireación. La cantidad de ramas cortadas y la altura de la poda dependerán de la variedad plantada y del tipo de cultivo que se esté llevando a cabo. 


En cultivos mediante SCRoG se descartarán prácticamente todas las ramas que no entren en contacto con la malla, lo que le proporciona una gran aireación inferior y una concentración de la energía en los cogollos superiores. Normalmente, se necesitará tutorar las ramas, que se desarrollarán largas y finas para soportar el peso de los gruesos cogollos. 

Por su tiempo de recuperación, no es recomendable utilizar esta técnica de poda de cannabis en aquellas variedades cuyo cultivo sea rápido por la patente incapacidad para recuperarse completamente. En exterior, tampoco es muy recomendable, pues se busca conservar el vigor de las ramas de la planta. 

Métodos de tutorado

Las técnicas de tutorado son aquellas que requieren tutores para cambiar la trayectoria de crecimiento de la planta pero sin llegar a cortarla, por lo que sufren un estrés mínimo.

Low Stress Training o LST

El LST consiste en doblar horizontalmente el tallo central de modo que cambie la dirección de crecimiento de la planta, para que queden todas las ramas secundarias a la misma altura, favoreciendo una recepción uniforme de luz en todo el vegetal. Esto permitirá controlar su altura a la vez que elevar su productividad. Por lo tanto, es una especie de técnica de poda de cannabis perfecta para cultivos discretos o de interior. 

El momento ideal para ejecutar el LST es tras la aparición del cuarto o quinto nudo.  Entonces se utilizará un cordón que no dañe los tejidos de la planta para atarla al macetero. Según el método utilizado, la planta crecerá en forma de espirar u horizontalmente. Ésta tenderá a enderezarse y seguir su crecimiento hacia arriba, por lo que habrá que repetir el proceso en más ocasiones durante la etapa vegetativa. 


El mayor problema del Low Stress Training es la posibilidad de que aparezcan zonas podridas o con moho a causa del aumento de la cantidad de masa vegetal. Asimismo, se debe tener en cuenta que las variedades de tallo y ramas más duras no serán aptas para esta técnica, pues las posibilidades de que quiebren son considerables. 

Estas son las técnicas de poda de cannabis habitualmente más utilizadas, aunque existen otras como el supercropping o el pizzicato. Para elegir la adecuada es menester tener en cuenta aspectos como el tipo de variedad plantada o el tipo de cultivo que se va a realizar. Éstos serán los mejores indicadores para saber qué técnica se adapta mejor a lo que cada cannabicultor necesita. 

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