Tipos de enraizantes para raíces de plantas de cannabis
Un sistema radicular abundante y fuerte es la clave para que una planta de marihuana desarrolle su máximo potencial y dé una cosecha abundante. Para conseguirlo, los enraizantes son una ayuda imprescindible que contribuirán al crecimiento de las raíces desde el primer momento tras la germinación.
Qué es el enraizante
El enraizante es un tipo de abono que potencia el sistema radicular de las plantas impulsando su crecimiento. Está compuesto por hormonas de enraizamiento como auxinas y giberelinas, vitaminas, aminoácidos, hongos beneficiosos y algo de alimento con otros micronutrientes. Esta sustancia proporciona varios beneficios importantes a los ejemplares en los que se aplica:
- Mayor expansión y crecimiento de las raíces.
- Protección del sistema radicular ante los patógenos que puedan atacar.
- Mayor crecimiento de la planta durante la fase vegetativa.
- Una producción de cogollos más abundante.
Los enraizantes pueden ser usados tanto en cultivos a base de semillas como en aquellos en los que se utilizan esquejes. Las raíces de las plantas son un órgano vital de su estructura vegetal, por lo que no puede sobrevivir sin ellas, de ahí la importancia de cuidarlas adecuadamente. Éstas son las encargadas de absorber la mayor parte de los nutrientes con los que se alimenta y del agua necesaria para no deshidratarse, funciones en las que interviene la parte foliar en menor medida.
Con el objetivo de estimular el crecimiento del sistema radicular del cannabis, a parte de enraizantes, es muy útil la utilización de hongos beneficiosos, un potente protector de raíces que ayudará tanto a la defensa contra plagas externas como en los diferentes procesos de desarrollo.
Tipos de estimuladores para plantas
Enraizantes
Los enraizantes son productos cuya composición estimula el crecimiento de las raíces de una planta aportándole múltiples beneficios a lo largo de su ciclo vital. Se puede adquirir en cualquier grow shop o tienda de jardinería en dos formatos. Este artículo puede estar elaborado a partir de componentes minerales u orgánicos.
Su diferencia es obvia, el compuesto base de los primeros son químicos artificiales creados en laboratorios y, el de los segundos, son de procedencia natural. Éstos últimos aportarán, a parte de las sustancias necesarias para estimular las raíces, micronutrientes con beneficios extra para las raíces y, por lo tanto, para la planta. Es muy común hacer uso de hongos beneficiosos junto con enraizantes de origen orgánico. Aunque existe una variedad inmensa de éste tipo de hongos, algunos de los más comunes son la micorriza y los trichodermas.
Hongos beneficiosos
Los hongos beneficiosos son capaces de defender a la planta ante ataques de plagas subterráneas, así como trabajar conjuntamente para lograr una nutrición más completa, fácil y de calidad; pues la mayoría de ellos mantienen una relación de simbiosis con el cannabis. Los dos tipos de hongos más conocidos son las micorrizas y los trichodermas, pero existen muchos más.
- Micorrizas. La acción más importante que cubre el uso de micorrizas es la introducción de macronutrientes y micronutrientes a las raíces. De esta acción se deriva que mejore la absorción de nutrientes, incluso de agua. Además, hace a la planta más tolerante a los posibles excesos de nutrientes.
- Trichodermas. A diferencia de las micorrizas, los trichodermas no actúan en simbiosis con plantas, sino que ejercen de protector de sus raíces al alimentarse de los hongos dañinos para el sistema radicular. Además, descomponen materia orgánica ayudándolo a asimilar los nutrientes y generan antibióticos de forma natural que lo protege de enfermedades.
Estos dos tipos de hongos beneficiosos pueden trabajar conjuntamente para crear unas raíces mucho más fuertes y protegidas. Es muy recomendable que todo cannabicultor interesado en utilizar estimulantes de raíces orgánicas, haga uso al mismo tiempo de micorrizas y trichodermas.
No obstante, en el caso de usar cualquier tipo de producto de origen mineral durante el cultivo, es contraproducente emplear hongos beneficiosos, pues morirán en el mismo instante en que entren en contacto con estos productos. Por lo tanto, la inversión de tiempo y dinero en la creación de un ecosistema a partir de estos hongos no valdrá la pena.
Cómo y cuándo utilizar los enraizantes
En general, los enraizantes se pueden utilizar desde el momento que se posa la semilla o el esqueje en la primera maceta. Muchos cannabicultores, para aumentar las posibilidades de germinación de sus semillas, añaden la mitad de la dosis recomendada en el agua de riego. Lo habitual es empezar a emplear estos productos ante los primeros signos de germinación de las semillas y hasta pasadas dos o tres semanas de la fase vegetativa, aplicando la dosis completa que el fabricante indica.
En el caso de plantar a partir de esquejes se recomienda recurrir a estimulantes de raíces durante toda la fase de crecimiento, ya que habrá que crear raíces donde no las hay. En general, al llevar a cabo un trasplante también es aconsejable utilizar estos productos para mejorar la adaptación de la planta al nuevo entorno.
Enraizantes caseros
Existen varias recetas para preparar enraizantes caseros. Aunque no aportarán las misma cualidades que los enraizantes adquiridos en un grow shop por la disminución de sus componentes, será rico en varios nutrientes y es una perfecta alternativa en el caso de no disponer de otro producto estimulante de raíces. Tanto los utensilios e ingredientes necesarios como los pasos a seguir, son pocos y sencillos.
Ingredientes y utensilios
- 150 gramos de lentejas
- Jugo de un limón aproximadamente
- Colador
- Recipiente con cierre hermético
- Batidora
- Medidor de pH
Enraizante de raíces paso a paso
Esta receta de enraizante de lentejas es realmente sencilla, por lo que cualquier cultivador la puede realizar. El primer paso es dejar a remojo las lentejas previamente lavadas durante 24 horas. Pasado este tiempo se cuelan conservando el agua en un recipiente hermético, en un lugar oscuro a temperatura ambiente. Las lentejas se convertirán en puré con ayuda de una batidora. A esta mezcla se le añade el agua reservada anteriormente, a la que se ha de añadir limón hasta que el líquido tenga un nivel de pH de 5.5.
Sólo quedará volver a filtrar con un colador el brebaje y el líquido restante se podrá utilizar como un perfecto enraizante casero. Se puede emplear del mismo modo que el resto de enraizantes sin riesgo de sobrefertilización. Ésta es sólo una de las posibles recetas para crear este tipo de abono para marihuana en casa, pero también se pueden fabricar con otros productos típicos como el café o sus posos, otras legumbres como los guisantes, semillas como el cálamo, cereales o legumbres, entre muchos otros.
A pesar de existir múltiples enraizantes de origen mineral, para un cultivo de cannabis siempre es recomendable utilizar productos orgánicos por ser incapaces de dejar residuos tóxicos para el ser humano en la planta. No obstante, en grandes producciones comercializadoras es más común su uso por sus rápidos y potentes efectos.