Qué es la marihuana medicinal y cómo cultivarla
Los usuarios de marihuana terapéutica no dejan de crecer. Cada vez son más las personas conscientes de los efectos medicinales de esta planta y los que se animan a probarlos para acabar con sus dolencias de forma natural. El aumento de la demanda de este producto ha provocado paralelamente la necesidad de saber cómo cultivar marihuana medicinal, lo cual, sin diferenciarse excesivamente de un cultivo tradicional, se deben tener en cuenta ciertos puntos.
¿Qué es la marihuana medicinal?
Se conoce como marihuana medicinal aquella que posee efectos terapéuticos y ayuda a aliviar los síntomas de algunas afecciones como la inflamación y el dolor crónico. Normalmente se caracteriza por una composición rica en CBD y un nivel de THC por debajo del 0,2, el límite impuesto por la ley para considerar legal el cannabis.
Diferencias entre THC y CBD
Tanto el tetrahidrocannabinol (THC) como el cannabidiol (CBD) son dos cannabinoides producidos por la planta de marihuana. El THC es el que le otorga los efectos psicotrópicos tan conocidos, mientras que el CBD es popular por sus efectos medicinales. En la mayoría de las plantas abunda el THC, quedando relegado el CBD a un porcentaje por debajo de 1%.
Cabe mencionar que muchas variedades de copioso THC poseen propiedades terapéuticas. No obstante, no es posible utilizarlo legalmente por la reacción adversa que causan. En consecuencia, los bancos de semillas de todo el mundo están creando semillas con altos niveles de CBD y poco o nulo contenido en THC.
Cómo cultivar marihuana medicinal en casa
Para trabajar en sintonía, cuando la marihuana tiene un fin terapéutico, se recomienda emplear productos orgánicos, evitando así cualquier resto de sustancia tóxica en las flores. Además, existen varias teorías para elevar la cantidad de CBD de las plantas, aunque todavía no hay estudios que lo demuestren.
Una de las más extendidas afirma que combinar temperaturas cálidas en el sustrato y en la zona de cultivo, con bajas precipitaciones incrementa la presencia de CBD en las plantas.
Escoger una semilla de marihuana con altos efectos terapeúticos
Existen principalmente dos tipos de semillas de marihuana con las que cultivar marihuana medicinal:
- Semillas de CBD. Es un tipo de cannabis creado por los bancos de semillas para que contengan altos niveles de este cannabinoide. Si el objetivo es utilizar únicamente los efectos medicinales del cannabidiol, la semilla escogida debe producir menos del 1% de THC, ya que existen muchas cepas con altos porcentajes de CBD y THC en la misma planta.
- Semillas de cáñamo. El cáñamo es una variante del cannabis incapaz de generar THC, o lo hace a unos niveles muy bajos prácticamente imperceptibles. Éstas son las plantas medicinales que se cultivan para fabricar artículos destinados a la venta.
En ambos casos, para aumentar la productividad del cultivo, es recomendable que las semillas sean feminizadas, evitando así el crecimiento de una planta macho, con la dificultad añadida que conlleva.
Cómo germinar una semilla de marihuana medicinal
El primer paso para saber cómo cultivar marihuana medicinal es aprender a germinar la semilla. Los métodos más utilizados son el de las servilletas húmedas y el del jiffy.
Cuidados de una planta de marihuana medicinal en todas sus etapas
En el cultivo de marihuana medicinal, como en las plantas ricas en THC, se distinguen dos grandes etapas durante su desarrollo: crecimiento y floración. En cada una de ellas, la marihuana necesita unos cuidados específicos que hay que conocer para conseguir una cosecha abundante y sana.
Cómo cultivar una plántula de marihuana medicinal
Se considera germinada la semilla cuando se ha abierto el cascarón y ha aparecido la primera raíz llamada radícula. Es el momento de plantarla en su primera maceta, que no debe tener capacidad superior a 0,5 - 1 litro. En este punto es preciso ser muy cuidadosos con la planta, pues son semanas fundamentales para su desarrollo.
Utilizando un sustrato de calidad, no hay necesidad de abonar la plántula, pues se corre el riesgo de sufrir una sobrealimentación. Lo más recomendable es aplicar enraizante junto con el agua de riego para estimular el crecimiento de un sistema radicular que le ayude a sacar todo su potencial.
Una vez las raíces hayan cubierto la maceta y hayan aparecido las primeras hojas reales, es el momento de transplantar y empezar oficialmente la etapa de crecimiento.
Cuidados durante la etapa de crecimiento del marihuana medicinal
La fase de crecimiento abarca desde la aparición de las primeras hojas verdes de la plántula hasta los primeros signos de crecimiento de los pistilos, que dan la entrada a la etapa de floración. Es una época en la que el cultivo de marihuana medicinal demanda grandes cantidades de nitrógeno (N), alimentación que se complementa con micronutrientes (manganeso, zinc, cobalto, cobre, zinc…).
Todo ello, preferiblemente de origen orgánico para no contaminar la planta con sustancias tóxicas para el organismo. Además, se puede aumentar la salud del suelo y la protección del sistema radicular añadiendo micorrizas y trichodermas.
Previamente a la etapa de floración, es recomendable realizar el último trasplante, nunca en mitad de la fase final ya que el estrés que causa a la planta provocará una merma en la cosecha.
Etapa de floración de una genética terapéutica
La etapa de floración es la última antes de cosechar las plantas de un cultivo de marihuana medicinal; y es cuando brotarán, crecerán y madurarán todos sus frutos. La duración dependerá de la genética escogida pero suele oscilar entre las 8 y 12 semanas.
En cuanto a los nutrientes, las flores necesitan altas cantidades de fósforo (F) y potasio (K) que, junto con un estimulador y engorde de cogollos, la producción final aumentará y será de mayor calidad. Según la relación entre el peso de las flores y la anchura de las ramas, es posible que se requiera tutorar la planta para ayudarla con la carga.
Cuándo cosechar un cultivo de marihuana medicinal
La experiencia es la mejor maestra para conocer en el momento exacto para cosechar las plantas de un cultivo de marihuana medicinal, porque también depende de los gustos del cannabicultor. No obstante, uno de los consejos para acercarse lo máximo posible es observar el color de los tricomas: cuando el 60-80% de ellos se tornan marrón-anaranjado es momento de cosechar.
Si bien algunos cultivadores de plantas medicinales consideran que lo oportuno es cosechar con los tricomas parcialmente lechoso, es decir, unos días antes de lo que dicta la norma general; no hay ningún estudio que lo respalde.
Cortada la planta, se procede al pelado, secado y curado de la marihuana, procesos que siguen los mismos pasos que el resto de cultivos de cannabis.
Éstas son las pautas básicas para aprender cómo cultivar marihuana medicinal en casa. No dista mucho del resto de cultivos de marihuana pero, en este caso, hay que cuidar mucho los alimentos con los que se riega la planta. En el caso de querer cultivar a partir de semillas automáticas o en interior, sólo hay que adaptar estos consejos a las nuevas circunstancias.