Qué es el DPV y cómo afecta al cultivo
Existen muchas variables que controlar en un cultivo de cannabis para que las plantas desarrollen todo su potencial. Éstas van desde la temperatura ambiental, la periodicidad de los riegos, la cantidad de nutrientes, los aditivos, la humedad del aire y del sustrato, la cantidad de luz que recibe la planta, y un largo etcétera. La mayoría de estos parámetros son fáciles de medir o controlar, pero en los cultivos expertos entran en juego otros factores que marcan la diferencia entre un buen resultado y un resultado excelente. Uno de ellos es el DPV del cultivo, que permite controlar el ritmo al que trabajan las plantas con el fin de obtener una productividad óptima.
¿Qué es el DPV?
El Déficit de Presión de Vapor (DPV) de un cultivo hace alusión a la diferencia entre la humedad del aire y la capacidad que posee el mismo aire para retener humedad hasta la saturación (la condensación de dicho aire). El DPV únicamente se utiliza en cultivos de interior, ya que supone regular los parámetros de humedad y temperatura de la zona de cultivo, una acción imposible de llevar a cabo en exterior. Por eso, calcularlo supone recoger una serie de datos que se combinan alrededor de una fórmula matemática y una tabla de referencia.
No es un proceso fácil porque las matemáticas utilizadas pueden llegar a ser algo complejas, pero una vez aprendido, se podrán manejar las condiciones del cultivo con soltura para que las plantas trabajen bajo las condiciones escogidas por el cultivador para desarrollar todo su potencial.
¿Cómo afecta el DPV al cultivo?
Básicamente, el DPV de la zona de cultivo va a provocar una mayor o menor transpiración de la planta, lo que influye en la capacidad de realizar la fotosíntesis o de absorber nutrientes. Las plantas transpiran por las esporas, una aperturas naturales situadas en el envés de las hojas con la doble función de regular la entrada de agua y dióxido de carbono; así como eliminar el oxígeno y el agua del interior de la planta.
DPV Alto
Cuando el DPV del cultivo es alto, el aire tiene una alta capacidad para retener humedad. En un entorno con estas características, la transpiración de la planta también es alta, por lo que su tránsito irá más rápido. Es decir, el flujo de agua y nutrientes es mayor, por lo que absorberá más alimento y se desarrollará con más velocidad.
No obstante, un DPV demasiado alto durante un tiempo prolongado es contraproducente. El cannabis no es capaz de suplir tal cantidad de agua en el corto período que se le demanda. Para protegerse de la deshidratación cerrará sus estomas impidiendo llevar a cabo la fotosíntesis.
DPV Bajo
Un DPV bajo de cultivo supone que el aire retiene gran cantidad de agua, por lo que la humedad será alta y la transpiración de la planta, baja. Si es demasiado baja, la planta transpira con dificultad, por lo que tendrá que cerrar sus esporas. Además, este clima propicia la aparición de enfermedades causadas por hongos u otros patógenos.
¿Cómo calcular el DPV de un cultivo?
Para calcular el DPV es necesario conocer una serie de datos que se introducirán en la fórmula oportuna, además se requieren dos tablas para ahorrarse el cálculo de variables complicadas. El resultado, normalmente, se mide en kPa (kilopascales), una unidad de presión que se mantiene en valores bajos cuando la humedad relativa es alta, y se eleva con una humedad relativa baja. La fórmula en cuestión es la siguiente:
DPV = ((100 - RH) /1000) x PVS
- RH o Humedad Relativa: la fórmula para calcular la RH es RH = (VA/VS). VA es el vapor de agua contenido en el aire en un momento determinado, mientras que VS hace referencia al vapor de saturación. Conocer estos datos puede ser complicado, por lo que se recomienda utilizar un termohigrómetro, un instrumento que mide automáticamente la temperatura y la humedad relativa de la zona de cultivo. Ambas variables son necesarias para el cálculo del DPV.
- PVS o Presión de Vapor Saturado: es la presión en la que, para una determinada temperatura, el agua empieza a condensarse porque el vapor y la fase líquida se encuentran en equilibrio. La siguiente tabla determina la PVS aproximada para cada temperatura.
Ejemplo de cálculo de DPV
A primera vista puede parecer un cálculo engorroso y complicado, pero con los datos automáticos del termohigrógrafo y la tabla anterior, se vuelve una tarea mucho más liviana.
Caso: imaginemos que queremos calcular el DPV de un cultivo cuya humedad relativa asciende a 70%, con una temperatura de 24ºC. Paso por paso, la ecuación se resolvería así:
- ((100-70) /1000) x 29,83 = X
- (30/1000) x 29,83 = X
- 0.3 x 29,83 = 8.9 kPa
Ahora, sólo falta saber si es un buen resultado teniendo en cuenta la temperatura y la HR, o es necesario aumentar o bajar el DPV del cultivo. Para ello, hay que utilizar la segunda tabla. En ella se deben cruzar ambas cifras y observar el número de kilopascales que se obtiene. Éste es el que dirá si es correcto o es necesario variar la temperatura o HR. Existen dos formas de hacerlo.
Modificando la temperatura
- Aumentar el DPV del cultivo: subir la temperatura
- Disminuir el DPV del cultivo: bajar la temperatura
Modificando la humedad
- Aumentar el DPV del cultivo: baja la humedad (un deshumidificador es ideal para esta tarea).
- Disminuir el DPV del cultivo: sube la humedad (cuando se está utilizando un deshumidificador bastará con apagarlo. Si no, un humidificador aumentará la HR).
DPV ideal para cada etapa del cultivo
En general, los valores del DPV se pueden dividir en tres franjas a lo largo del ciclo de vida de la planta, pues no en todo momento necesita transpirar de la misma forma. Todo depende de los procesos en los que deba enfocarse en cada periodo. Es posible que no en todas las fases coincida con el rango ideal de la tabla.
- Crecimiento (65-70% RH / 8-11 DPV). El DPV es bajo y la RH alta para que las plantas transpiren bien; aumentando así la actividad fotosintética, lo que a su vez acelera el crecimiento.
- Floración (semanas 1-4, 55-65% RH / 10-13.5 DPV). El DPV va aumentando para que lo haga también la transpiración con el objetivo de que la planta absorba más agua, y por lo tanto, nutrientes. Así empieza a formar los cogollos mientras la planta sigue creciendo.
- Floración (semanas 5-10, 45-51% RH / 13-15.5 DPV). El DPV del cultivo aumenta para bajar la temperatura y secar el ambiente. De esta forma, la planta necesitará un incremento en el número de riegos y succionará más nutrientes, aumentando los azúcares presentes en las flores.