Por qué no germinan las semillas de cannabis

Germinar semillas de marihuana puede parecer una tarea fácil inicialmente. No obstante, no son pocos los horticultores noveles que no consiguen germinar sus primeras semillas feminizadas o semillas automáticas. Esto es debido bien a que no conocen el método más apropiado para llevar a cabo este cometido, bien porque los distintos factores que rodean a la semilla no son los adecuados. 

Por esta razón es tan importante conocer las diferentes formas de germinado, como las circunstancias ambientales que son necesarias para conseguir germinar semillas de marihuana. Las razones menos probables pero que ocurren eventualmente son la infección por hongos u otras plagas del sustrato adquirido, el contenido de doble embrión de la semilla, un medidor defectuoso o mal calibrado, o la elección de un sustrato inadecuado. Éstos son casos aislados, por lo que es conveniente enumerar los más comunes para evitarlos en todo momento y aumentar la probabilidad de germinación. 

Causas más comunes de que no germinen las semillas de marihuana

Temperatura y humedad inadecuadas

Una semilla de marihuana sólo puede germinar en un medio cuya temperatura no descienda de los 20ºC y no supere  los 25ºC aproximadamente. De hecho es recomendable mantener una temperatura lo más estable posible y evitar las variaciones constantes. Respecto a la humedad, los valores más confortables para las semillas son entre el 70% y 80%

Una temperatura más elevada fomenta la aparición de hongos en el medio de germinación de las semillas de cannabis, mientras que, si son demasiado bajas, debilitan la capacidad de desarrollo del embrión. 

Infección por hongos

Normalmente, los hongos aparecen en unas condiciones concretas: exceso de humedad en un entorno sin ventilación. También interviene la calidad del suelo, un exceso de riego, un pH incorrecto o un ambiente húmedo y frío. Una semilla infectada por hongos presenta una sustancia blanca y esponjosa, además se habrá tornado oscura. En esta situación, lo mejor es deshacerse de la semilla de marihuana y no intentar germinarla.

 

Regar con agua de baja calidad

El agua es la encargada de trasladar los nutrientes al sistema radicular de la planta. El agua de riego de baja calidad transporta muchas sales minerales como cloro o flúor que no benefician a las plántulas, por lo que es recomendable realizar los primeros riegos con agua de mineralización débil embotellada para no cortar el crecimiento o la germinación de la semilla de marihuana.

Para que desarrolle un sistema radicular sano es aconsejable mantener los niveles correctos de pH durante los riegos: lo más aproximado a 6,5 posible o entre 5,6 y 5,8 si se germina en lana de roca. Para mantener la salud de las plantas es importante saber cómo regar las plantas de marihuana.

Realizar un mal trasplante

Trasplantar es tan importante como germinar correctamente la semilla de marihuana, un mal trasplante puede acabar con ella. Por ello, se debe tener en cuenta que la profundidad idónea para hacerlo es a 1 cm por debajo de la superficie del sustrato para que la planta consiga sobrevivir. 

Semilla demasiado joven

Una semilla se considera joven cuando está recién cosechada. En ese mismo instante, internamente no se ha formado adecuadamente para germinar de la forma que lo haría una semilla de marihuana preparada. Para poder plantarla bastará con dejarla en un lugar seco, fresco y donde no le alcance la luz exterior durante un mes aproximadamente. Pasado este tiempo las probabilidades de que germine habrán aumentado exponencialmente. 

Semilla vieja

Una semilla es vieja cuando han pasado más de 4 años desde su cosecha. A partir de ese momento, sus probabilidades de germinación van descendiendo. Por esta razón, no es extraño no conseguir germinar una semilla de marihuana que ha pasado años en un cajón. No obstante, no es imposible. Únicamente habrá que proporcionarle unos cuidados óptimos para que consiga desarrollarse de la forma más similar posible a una semilla con menos edad. 

En general, una semilla de cannabis con estas características no conseguirá la misma fuerza de germinación que una nueva, ni desarrollará una planta de la misma calidad, pero con los cuidados adecuados no se obtendrán resultados muy lejanos.

Mal estado de la semilla

Para germinar una semilla de marihuana lo primero que se debe hacer es observar la condición de ésta. Debe tener la base notablemente marcada y conservar un color marrón o gris claro, blanquecino o pardo, creado a partir de líneas negras colocadas de forma azarosa.  

Una semilla de colores pálidos, sobre todo blaco o amarillento y sin moteado, o sin una formación bien distinguida; significa que se encuentra en mal estado, por lo que, probablemente, no llegue a germinar. 

Además, el tamaño también influye en la probabilidad de germinar una semilla de marihuana. Los granos demasiado pequeños será difícil hacer que broten y, si lo hacen, serán plantas pobres y débiles. Por el contrario, las más grandes tendrán un perianto (cáscara) demasiado grueso que impedirá la penetración del agua y, por ende, el comienzo del proceso de germinación. 

Plantar la semilla al revés

Este problema es muy frecuente en los cultivadores primerizos. La manera correcta de plantar la semilla de marihuana para que germine es colocándola verticalmente, de forma que la punta más fina mire hacia arriba. Al germinar en un papel, la radícula ha de quedar hacia abajo, permaneciendo arriba la semilla, lo que facilitará el crecimiento de ésta. 

Regar de forma incorrecta

Durante la germinación y la etapa de plántula, las semillas de marihuana deben mantenerse húmedas. No obstante, la inundación será contraproducente. Al contrario, dejar que se seque el entorno en el que se esté produciendo la germinación descenderá las probabilidades de brotar y, si lo hace,  se denotarán carencias.

Damping-off

El Damping-off es un tipo de infección causada por hongos. En este escenario, la semilla de marihuana consigue germinar pero el tallo crece sin fuerza, podrido por dentro debido a la acción de los hongos. Para esta afección no existe remedio, por lo que la planta de cannabis nunca se recuperará. 

Esto sucede cuando el sustrato o terreno que se ha escogido estaba previamente infectado, las condiciones ambientales eran desfavorables por una humedad excesiva o el suelo estaba inundado por el exceso de agua. 

Nivel de EC elevado

Comprobando el nivel de EC del sustrato se puede prevenir un deceso por electroconductividad elevada. Además, es recomendable comprobar el calibrado del medidor para no arruinar el proceso de germinar una semilla de marihuana obteniendo unos valores incorrectos de EC. 

Varias semillas en una maceta

Intentar desarrollar varios sistemas radiculares en una sola maceta es una pésima idea. Las plantas de marihuana son muy invasoras, por lo que lucharán entre ellas por un mismo espacio hasta que una lo invada. Esta circunstancia hará que se pierda la homogeneidad del cultivo de cannabis. 

 Cómo germinar semillas de marihuana correctamente


El método más utilizado por los cannabicultores para germinar las semillas de marihuana en casa es la técnica del tupper. Para ejecutarla se colocarán las semillas entre papel de cocina o entre servilletas húmedas hasta que germinen. Una semilla en buenas condiciones tardará entre 5-10 días. Manteniendo el recipiente cerrado el nivel de humedad se mantendrá, ya que el papel no se secará antes de que brote la radícula (primera raíz). 

Es importante mantener una temperatura constante en el interior del tupper no inferior a 20ªC. En verano bastará con dejarlo en cualquier cajón; en invierno, se puede colocar cerca de una aparato electrónico o radiador que cree algo de calor constantemente. 

Una vez germinadas, las semillas de marihuana se plantará en la maceta adecuada con el sustrato apropiado bien regado. La semilla se introducirá a un profundidad de un centímetro aproximadamente y no se regará hasta que salga a la superficie. En este momento es adecuado utilizar cualquier tipo de enraizante para ayudar a formar un sistema radicular fuerte y amplio. 

Existen otros métodos para germinar semillas de marihuana como es el caso del vaso  de agua o la germinación dentro de un Jiffy o semillero con sustrato directamente. No obstante, a diferencia del tupper, estos métodos de germinación no funcionan en todos los contextos y se necesitan nociones de cultivo más avanzadas.

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