Cómo y cuándo podar las plantas de marihuana
En algunos casos realizar una poda en las plantas de marihuana puede ayudar a salvar algunos problemas en el cultivo. Pero ¿Cómo saber cuándo realizar la técnica o con qué técnica?
La técnica más común consiste en realizar una poda del tallo principal para que la planta no alcance una altura determinada, bien sea por falta de espacio o por otra cuestión.
Otra opción es la poda de las ramas bajas en los cultivos de interior, para favorecer el crecimiento en la parte alta de las plantas, donde reciben más luz. Dichas podas tienen sus beneficios si se realizan bajo unas pautas concretas que se explican a continuación.
Consejos para podar plantas de marihuana
Como norma general las podas se realizan durante la fase de crecimiento, porque las plantas necesitan un tiempo de recuperación después de estas. Si este proceso se efectúa durante la fase de floración, el resultado será contraproducente, viéndose mermada la producción de flores.
En el caso de podas en interior estas se deben de hacer mínimo 2 semanas antes de pasar al periodo de floración. Mientras que si se realizan en exterior habrá que hacerlas antes del comienzo de julio, así las plantas tendrán el tiempo necesario para recuperarse y empezar la floración en las mejores condiciones posibles.
Se recomienda realizar las podas con un bisturí desinfectado, guantes de látex y en periodo de oscuridad, si es posible aplicar pasta cicatrizante sobre las heridas.
En cultivos de variedades sativas y sobre todo en interior, donde la altura es un condicionante, se pueden retrasar estas podas e incluso ejecutarlas durante las primeras semanas de floración para contener el tirón que tienen estas variedades cuando las cambiamos a 12/12.
En el caso de plantas madre, generalmente se utiliza la poda de mantenimiento. Para este fin, es preciso mantener las plantas constantemente en periodo de crecimiento por lo que estas están en constante desarrollo vertical. Gracias a las podas tenemos la posibilidad de moldear estas plantas según nuestras necesidades.
Cuando se necesita obtener una cantidad determinada de esquejes de una sola planta, se van podando las yemas apicales, consiguiendo así más brotes en esta. Esta técnica se puede realizar constantemente para obtener cada vez más esquejes de la misma planta.
Técnicas de poda en cultivos de cannabis
Para saber qué técnica elegir a la hora de podar marihuana, primero se debe conocer qué beneficios aportan al cannabis cada una de ellas y cómo realizarlas.
Poda Apical
Es la técnica más utilizada para podar plantas de cannabis, consiste en cortar la punta principal de la planta deteniendo así su crecimiento vertical y favoreciendo el desarrollo de las ramas laterales. Para realizar la Poda Apical se aconseja utilizar guantes y un bisturí desinfectado, al igual que aplicar pasta cicatrizante en el corte.
El corte debe de ser limpio y justo por encima de un nudo del cual brotarán dos puntas. Una vez éstas crezcan se puede realizar la misma poda en cada una de ellas para obtener así un desarrollo exponencial de los brotes. Esta técnica permite moldear las plantas y darles forma de arbusto sin mermar la producción, algo muy apreciado por los cultivadores más discretos. Se recomienda realizar siempre en crecimiento y que sea a partir del 3º-4º nudo.
Poda de las ramas bajas
Esta es una técnica muy extendida entre los cultivadores de interior, ya que si se realiza bien permite concentrar el grueso de la producción en la parte superior de las plantas, en forma de flores más grandes y pesadas, una cualidad que se agradece mucho a la hora de la manicura. Asimismo, se consigue limpiar la zona de abajo del cultivo favoreciendo el paso del aire entre las plantas y disminuyendo la aparición de hongos.
Habrá que valorar si se realiza o no esta poda, ya que los cogollos centrales muy grandes suelen ser más propensos a las podredumbres, algo a tener en cuenta si se suelen tener problemas de humedad alta o de hongos durante la fase de floración.
También se debe recordar el no dejar las plantas sin ramas laterales ya que será contraproducente, mermando la producción final. Lo más conveniente es dejar un mínimo de 4-5 pisos bien desarrollados, por lo que es una técnica que se suele realizar sobre ejemplares que desarrollan muchos pisos y por ende ramas laterales.
Se debe recordar que estas podas en fase de crecimiento, se deben ejecutar con un bisturí desinfectado, guantes de látex y en el periodo de oscuridad. Si es posible, se aconseja aplicar pasta cicatrizante en las heridas.
Poda FIM
Esta técnica es muy parecida a la Poda Apical. De hecho, se crea a partir del error a la hora de intentar dicha poda. Concretamente, en vez de realizar el corte limpio del tallo por encima del último nudo como en la Apical, se hace sobre la propia yema que está brotando, cortando sobre un 80% de esta y dejando sobre el 20%.
Al realizarse se comprobó que tras unos días de recuperación brotaba una nueva punta como arrugada y con deformaciones, que en poco tiempo dejó ver que esta se separa en 4-5 brotes bien definidos. En ese momento se empezaron a realizar pruebas sobre ello y se comprobó que con ese tipo de poda de marihuana se llegan a conseguir hasta 5-6 puntas principales con una sola poda, algo beneficioso cuando se quiere realizar un cultivo en interior bajo la técnica del S.C.R.O.G.
Técnica LST
¿Quién no ha visto alguna vez una planta o árbol con alguna forma concreta?
Lo normal es utilizar cuerdas e ir atando, doblando y tensando las ramas y el brote principal, desde que la planta es pequeña, para conseguir la forma deseada. Se recomienda tener mucho cuidado con los nudos que se realizan con las cuerdas sobre las ramas, ya que si se aprietan demasiado las ramas, se pueden estrangular. Si se doblan las ramas sin cuidado pueden troncharse, por lo que hay que realizarla con paciencia y tacto.
En esto consiste la técnica LST, la cual no es una poda en sí, al no cortar ninguna parte de la planta. Con ella se puede moldear al gusto las plantas según las necesidades, algo muy interesante en los cultivos en terrazas o balcones. Cuando se quiera que las plantas sobrepasen una altura determinada y de esta manera mantener la discreción del cultivo.
Pinzamiento de los brotes
Esta práctica consiste en aplicar presión con los dedos sobre los brotes nuevos, como pellizcando, pero sin llegar a cortarlos. Se suele realizar sobre la punta principal de la planta ralentizando así su crecimiento y favoreciendo el desarrollo de las ramas laterales.
El efecto conseguido es similar al que se consigue con la poda Apical, pero mucho menos agresivo. Del mismo modo, el resultado no es tan marcado. Es muy efectivo en cultivos de interior cuando algunos de los ejemplares están creciendo más que otros. Para intentar tener una altura uniforme se puede aplicar esta técnica sobre las plantas más altas, con el fin de ralentizar su crecimiento vertical.
Super Cropping
Aunque con esta técnica tampoco se realizan cortes en las plantas, con ella se pueden obtener algunos beneficios.
Consiste en doblar el tallo central de la planta o de una de las ramas, sobre 90º con cuidado de no romper las células o la pared exterior de la rama, dañando solo la parte interior de esta. La punta quedará totalmente doblada y tardará un par de días en recuperarse antes de volver a enderezarse, creando una especie de callo en la zona por la que se ha doblado. Así se ralentiza el crecimiento de la rama. Por lo tanto, esta técnica permite controlar la altura en algunos ejemplares cuando están creciendo más de lo deseado.
Se dice que estresa la planta activando los mecanismos que favorecen la formación de resina. De esta forma la rama con el callo se vuelve más dura, lo cual favorece que aguante mejor el peso de las flores.
Todas estas técnicas para podar plantas de cannabis son efectivas dependiendo del resultado que se quiera obtener. Independientemente del método de poda elegido, se debe tener claro cómo y cuándo podar la marihuana para conseguir el mejor efecto posible.