Marihuana sintética: qué es y características

El cannabis sintético nace bajo la demanda de aquellas personas aficionadas a la marihuana que buscaban una alternativa legal que provocara los mismos efectos que la planta. No obstante, estas dos sustancias no tienen absolutamente ninguna relación en su composición, siendo la marihuana sintética altamente perjudicial para la salud por sus potentes efectos psicoactivos y adictivos, que pueden llegar a causar la muerte. 

Qué es el cannabis sintético

El cannabis sintético está incluido en un nuevo grupo de drogas llamadas “nuevas sustancias psicoactivas”. Hasta 2018, se identificaron 700 de estas sustancias de las cuales 180 eran marihuana sintética. Por lo tanto, su composición se basa en productos químicos fabricados en laboratorios intentado imitar la marihuana y sus efectos de manera artificial. 

El resultado es un elemento altamente tóxico para el organismo humano que imita los efectos de la marihuana tradicional pero con una potencia de 10 a 100 veces mayor, lo que la convierte en altamente peligrosa para la salud. Es más, sus efectos que han causado incluso la muerte de algunos de sus consumidores. 

Estos compuestos aparecieron por primera vez en los años 80 donde alcanzaron gran popularidad por aparecer con el respaldo de tratarse de algo legal, ya que su novedad la situaba al margen de la ley por no haber sido estudiada ni clasificada como droga o sustancia beneficiosa para la salud. De hecho, durante varios años fue muy fácil adquirir cannabis sintético en gasolineras, estancos, internet y otros sitios de venta de parafernalia. 

Una vez conscientes de que la composición del cannabis sintético no proporciona beneficio alguno para la salud, y que al contrario, la deterioraba actuando como una droga psicodélica, las autoridades ilegalizaron su fabricación, venta y compra.  Actualmente, la producción se realiza en locales clandestinos, en su mayoría de China y países del sureste asiático. 

Cannabis sintético en la actualidad

Tras unos años de aparente inactividad, actualmente se han vuelto a popularizar este tipo de sustancias creadas bajo distintas composiciones, lo que dificulta saber exactamente sus ingredientes. Se conoce bajo varios nombres según su origen y sus compuestos. Los más famosos son Spice Gold, K2 o Yucatan Fire. En España, al conjunto de cannabis sintético se le conoce como “pescao” por el fuerte olor que desprende al quemarse para fumar que recuerda a este alimento. 

La mayoría de los fabricantes mezclan o pulverizan los polvos químicos psicoactivos sobre hierbas inocuas desmenuzadas mediante disolventes como el metanol o la acentos para que el producto final se asemeje lo máximo posible a la marihuana convencional. No obstante, se trata de sustancias tóxicas con grandes repercusiones para el cerebro y el resto de órganos humanos. 

Para su venta se emplean envases de colores llamativos metalizados en los que se indica que contienen “materia natural” extraída de varias plantas. Sin embargo, ninguna de ellas se trata de marihuana. En el mismo envase también advierte que no es apto para el consumo, a pesar de que se vende y se compra para este fin. 

Cómo actúa la marihuana sintética

El cannabis sintético contiene la misma sustancia psicoactiva de los cannabinoides del THC, pero imitada mediante componentes químicas. Por esto, consigue interactuar con el organismo del mismo modo que lo hacen los cannabinoides de la marihuana, es decir, mediante los receptores cannabinoides del cuerpo humano que se encuentran repartidos por todo el organismo mediante el sistema central y periférico. 

De esta forma, es capaz de modificar la forma de actuar del cerebro y otros órganos a través de la interacción con los receptores CB1, CB2 y otros menos numerosos. A pesar del escaso estudio de la marihuana sintética, los investigadores advierten sobre la fervente posibilidad de que los cannabinoides sintéticos se adhieran con más fuerza a los receptores, lo que explicaría que sus efectos sean mucho más potentes.

 Esta es la razón por la que la repercusión para la salud del consumo de esta droga ilegal es peligrosa e impredecible. 

Efectos del cannabis sintético

Como consecuencia de la distinta composición química de cada lote, no es posible saber con certeza los efectos que cada cannabis sintético producirá. Aunque se han encontrado algunos que repiten recurrentemente entre los consumidores. Los más comunes son:

• Mejora del estado de ánimo 
• Relajación
• Náuseas
• Aumento del ritmo cardíaco
• Ansiedad
• Agitación o irritabilidad

A estos efectos hay que sumarles los que provoca la ingesta de una gran dosis de cannabis sintético como el delirio, el comportamiento agresivo, las convulsiones, el accidente cardiovascular, un fallo renal, el ataque cardíaco, la descomposición del tejido muscular e, incluso, la muerte en el peor de los casos. De facto, éste es una de las diferencias cruciales entre la marihuana sintética y la natural: la  posibilidad de sufrir una sobredosis. 

Por otro lado, también crea adicción. Por eso, es posible sufrir síndrome de abstinencia tras dejar de consumir después de un tiempo prolongado. Entre los consumidores que llegan a este punto es muy común sufrir dolores de cabeza constantes, craving, pesadillas nocturnas, hipertensión o sudoración profusa. No obstante, la falta de estudios científicos relacionados con el cannabis sintético y los distintos ingredientes que puede incluir, complica la adaptación de un tratamiento farmacológico para dicha abstinencia. 

Una de las terapias más utilizadas para combatirla es la intervención psicológica cognitiva conductual. El problema de la atención psicológica es la necesidad de que el individuo esté motivado para desintoxicarse. Puesto que la mayoría de afectados son personas jóvenes en pleno desarrollo emocional, mental y orgánico; rehúsan de cambios de este tipo. Ahora bien, la marihuana convencional en raras ocasiones provoca adicción severa, y no existe ningún caso de muerte por sobredosis. 

La falta de control sobre el cannabis sintético, el desconocimiento de sus ingredientes y la falta de información sobre sus consecuencias da pie a que se desaconseje rotundamente cualquier tipo de contacto con esta sustancia, ya que la repercusión puede ser devastadora.