Lavado de raíces en plantas de cannabis: cuándo y cómo hacerlo
Todo cannabicultor se esfuerza por conseguir una cosecha de calidad, en la que prime un sabor y un aroma intensos. Uno de los secretos para ello, es realizar un lavado de raíces a las plantas de marihuana unos días antes de su cosecha, eliminando así el exceso de nutrientes que interferiría en el perfil organolépticos de las flores.
¿Qué es el lavado de raíces?
El lavado de raíces es una práctica muy utilizada en el cultivo de plantas de marihuana con el objetivo de eliminar la mayor cantidad posible de nutrientes y químicos del suelo empleando agua sin aditivos.
Normalmente, se lleva a cabo durante los últimos días del cultivo para que el alimento no impregne los frutos con su sabor. Sin embargo, también puede hacerse como respuesta a una sobrefertilización de las plantas, la cual puede bajar la calidad de la cosecha e, incluso, terminar con el vegetal.
¿Por qué realizar un lavado de raíces?
La función de las raíces es transportar los nutrientes al resto de la planta para completar su ciclo vital. Cuando se bloquean dichas raíces, la cantidad de alimento que recibe la planta disminuye, por lo que empieza a frenar su crecimiento y aparecen carencias.
Esta situación suele ocurrir por un exceso de alimentación, ya que la gran mayoría de abonos para marihuana, ya sean orgánicos o químicos, contienen minerales independientemente de su procedencia. Al regar con agua y abono, el líquido se reparte por todo el sustrato. Tras secarse el agua, parte de los fertilizantes quedan en la tierra y, cuando se ha regado en exceso, la acumulación de minerales será excesiva y el pH de la tierra se desequilibrará.
En este contexto, al sistema radicular de la planta le cuesta mucho más trabajo realizar sus funciones, hasta el punto de poder quedar bloqueado y no alimentar en absoluto al cannabis. Realizando un lavado de raíces, todo este producto de más será arrastrado por el agua y eliminado del sustrato.
Por otra parte, el lavado de raíces también libera los olores y los sabores desagradables de los cogollos que ha dejado el abono. De este modo, tras cosechar, las flores no tendrán un sabor raro ni producirán un humo que rasque en la garganta.
Cómo lavar las raíces de la marihuana
El lavado de raíces de la planta de cannabis es una tarea bastante sencilla. Basta con regarlas abundantemente sólo con agua, sin añadir nutrientes.
Normalmente, suele ser suficiente con verter tres veces la capacidad de la maceta. Comor ejemplo, si se ha cultivado en una maceta de 10 litros, habrá que limpiar con 30 litros de agua. Aun así, el mejor indicador para saber que esta práctica ha tenido éxito, es fijarse en el color del agua drenada, la cual se irá aclarando conforme más agua entre en el sustrato.
Lavado de raíces en cultivos de interior
Un truco muy útil para los cannabicultores indoor, es realizar el lavado de raíces en el plato de ducha o en la bañera para evitar encharcar la zona de cultivo. En el caso de cultivar en macetas en exterior, basta con asegurarse de que la planta está en un lugar donde pueda caer agua, dado que un plato para macetas no será suficiente para abarcar la cantidad de agua que drenará.
Lavar las raíces del cannabis en cultivos hidropónicos
Llevar a cabo un lavado de raíces en cultivos hidropónicos es mucho más fácil, pues únicamente habrá que cambiar el agua de riego por agua sin nutrientes, y dejar al sistema radicular hidratarse en este líquido durante un par de días.
Cuándo evitar el lavado de raíces: cultivos en tierra o super tierra ecológica enriquecida
Un cultivo en tierra o super soil enriquecido ecológicamente no necesitará un lavado de raíces, pues se ha trabajado el sustrato para conseguir que albergue una gran cantidad de microorganismos orgánicos beneficiosos. Esta biodiversidad se dañará o desaparecerá tras aplicar la técnica.
Al no añadirse productos sintéticos, no debería existir ningún problema, ya que son los microorganismos los que descomponen la materia orgánica con la finalidad de que las plantas puedan absorber los nutrientes que necesitan.
Lavado de raíces en plantas de marihuana con quelatadores
Una forma de eliminar el exceso de nutrientes cuando se ha sobrealimentado a la planta sin recurrir a un lavado de raíces, es empleado quelatadores. Los quelatadores de nutrientes son productos que atrapan el alimento dentro de su partícula, sacándolo de la planta y dejándolo en la tierra. Regando una semana con este producto, y la siguiente sólo con agua, el efecto será el mismo.
Preguntas frecuentes sobre el lavado de raíces
¿Cuál es el mejor momento para realizar el lavado de raíces?
Generalmente, el lavado de raíces se lleva a cabo dos semanas antes de la cosecha de la planta de marihuana. A partir del lavado, únicamente se regará con agua, si el sustrato queda seco.
Otro momento en el que se recomienda realizarlo, es cuando se ha producido un bloqueo de nutrientes, es decir, cuando se ha sobrealimentado a la planta y sus raíces no pueden absorber más nutrientes. Ésto puede ocurrir tanto durante la fase de crecimiento como en la fase de floración. El procedimiento es el mismo: lavado con agua sin abono en grandes cantidades.
¿Puedo hacer un lavado de raíces con agua del grifo?
En la mayoría de las ocasiones el agua del grifo será apta para hacer un lavado de raíces. Empero, es necesario controlar su pH. Aunque suele situarse en un nivel saludable para las plantas, nunca está de más comprobar que esté entre 6 y 6,5. En el caso del EC, debe estar lo más bajo posible.
¿Cómo saber si he realizado bien el lavado de raíces?
Observar el color del agua drenada por la maceta es una de las mejores formas de saber cuándo terminar el lavado de raíces. El color se irá aclarando cuanta más agua se le eche al sustrato, hasta verse casi transparente.
Una forma infalible de saberlo es utilizar un medidor de TDS para cuantificar los sólidos disueltos en el agua. Cuando baje de 50 ppm, puede concluirse el lavado de raíces. También lo indicará un medidor de CE (conductividad eléctrica): cuando el valor marque entre 0 y 0,2 mS/cm.