Exceso de nitrógeno en las plantas de marihuana
Durante su ciclo vital, una planta de marihuana necesita diferentes nutrientes según la etapa en la que se encuentra para poder desarrollarse correctamente y sacar su máximo potencial. Los macronutrientes esenciales son el nitrógeno, fósforo y potasio. Para evitar problemas se han de utilizar en la fase correspondiente dentro de unos parámetros concretos. Uno de los aspectos al que hay que prestar mucha atención es el exceso de nitrógeno en las plantas, lo que las debilita y las hace vulnerables a ataques externos.
Función del nitrógeno en las plantas de cannabis
El nitrógeno es el macronutriente esencial de la fase de crecimiento del cannabis. Su función principal es regular la creación de clorofila, aminoácidos, proteínas, alcaloides y ácidos nucleicos para la formación de tallos, hojas, ramas y raíces fuertes y vigorosas. No obstante, un exceso de nitrógeno en las plantas producirá un efecto contrario, debilitándolas y dejándolas indefensas ante las circunstancias externas.
Consecuencia de un exceso de nitrógeno en las plantas de marihuana
Exceso de follaje
El nitrógeno incrementa la producción de clorofila, el elemento que permite a la planta captar la luz del sol para realizar la fotosíntesis. Las hojas son las encargadas de la absorción de luz, por lo que, un aumento excesivo de nitrógeno en la planta y, por ende, de clorofila, provocará un aumento desmesurado del follaje de la misma.
Para hacer crecer las hojas del vegetal hasta tal punto, éste necesita emplear gran parte de su energía en esta única tarea, por lo que el crecimiento de la planta se ralentizará y los tallos y raíces tenderán a debilitarse.
Menor crecimiento radicular
Una consecuencia directa de un crecimiento excesivo del follaje por un exceso de nitrógeno en la planta es saturar el sistema de raíces, que se ven obligadas a retrasar su crecimiento por destinar la mayor parte de su energía a la parte superficial de la planta, sobre todo a las hojas. El resultado de esta inusitada situación es una planta carente de estabilidad incapaz de resistir a una enérgica ráfaga de viento.
Por otro lado, un tallo endeble y frágil hace a la planta altamente sensible a las plagas y otros agentes externos, de los que no se podrá defender. Además, esta situación provocará estrés en las raíces que también sucumbirán a las posibles enfermedades que puedan contagiar los patógenos del suelo.
Contaminación de aguas subterránea
En general, una planta a la que se nutre con un exceso de nitrógeno no es capaz de absorber tal cantidad de alimento, por lo que parte de éste quedará en el suelo. La tierra filtrará lentamente el sobrante mediante la escorrentía de agua llegando hasta el agua subterránea, contaminándola.
Concentración de sales
Un exceso de nitrógeno en las plantas de marihuana supone, a su vez, un exceso de sales minerales. La gran cantidad de nitrógeno del suelo quitará agua a la planta, dejando sales minerales en el suelo. La consecuencia directa de esta situación son unas hojas deshidratadas y quemadas.
Cómo detectar el exceso de nitrógeno en las plantas
Una planta afectada por una sobrealimentación de nitrógeno comienza a dar señales del problema en las hojas inferiores. Éstas se empiezan a tornar de un color verde intenso, síntoma que se extenderá por toda la planta de abajo hacia la zona apical. Si no se corrige el exceso de nitrógeno las hojas se debilitarán, seguidas por los tallos. En estas condiciones, el transporte de agua no podrá funcionar con normalidad, por lo que llegará menos cantidad de líquido al conjunto de la planta, agravando la fragilidad de la planta.
El resultado es una planta con demasiado follaje, frágil, y una cosecha escasa y de mal sabor. Para evitar esta situación, se debe eliminar el exceso de nitrógeno lo antes posible.
Cómo corregir el exceso de nitrógeno
Para tratar una sobrealimentación por nitrógeno se debe tener en cuenta tanto la fase en la que se encuentra la planta y la magnitud de exceso de nutrientes que se ha proporcionado a la planta, es decir, la gravedad de la situación.
En la fase vegetativa, un exceso de nutrientes en la planta detectado a tiempo se soluciona eliminando el fertilizante durante los siguientes riegos, acompañado de un leve lavado de raíces para acabar con la acumulación de sales minerales en el sustrato. El método será el mismo si la sobrefertilización ocurre durante las dos primeras semanas de la fase de floración.
A partir de la tercera semana de la etapa de floración es más complicado incurrir en una sobrealimentación, pues el fertilizante de esta fase es bajo en nitrógeno. No obstante, si se da esta situación, la solución es retirar el abono base que contiene nitrógeno y seguir fertilizando únicamente con productos de alto contenido en fósforo y potasio, los nutrientes que la planta necesita para aumentar el tamaño de los cogollos.
Por último, si la situación es más grave, se debe proceder a realizar un lavado de raíces seguido de un abono de base PK.
Déficit de nitrógeno
Las plantas de marihuana no sólo pueden sufrir un exceso de nitrógeno, sino que el déficit de este nutriente es casi igual de habitual. De hecho, siempre es preferible errar por falta que por exceso de fertilización, ya que es más fácil de corregir.
En este caso, las hojas de la planta se vuelven amarillas hasta doblarse sobre sí mismas y caer a causa de su debilidad. La deficiencia de nitrógeno se traduce en ejemplares bajos, de hojas pequeñas y producción escasa. Para reparar este error la mejor opción es utilizar fertilizante soluble para que llegue antes a las raíces. Aun así, tardará unos días en recuperarse.
Tanto para evitar el exceso de nitrógeno en las plantas de marihuana como la deficiencia del mismo, la mejor solución es poner atención y fertilizar con la cantidad adecuada en cada momento del ciclo de la vida del cannabis. En cualquier caso, observar asiduamente el cultivo es esencial para detectar todo tipo de anomalías a tiempo para corregirla.