Espigamiento de la marihuana
Un crecimiento adecuado del cannabis es importante para que forme una estructura robusta que soporte el peso de los cogollos que aparecerán durante la etapa de floración. Por esta razón, el espigamiento de la marihuana no es malo dentro de unos parámetros, en el momento en el que llega a ser excesivo es cuando se deben tomar medidas para frenarlo.
¿Qué es el espigamiento de la marihuana?
El espigamiento de una planta ocurre cuando crece verticalmente de una forma muy vigorosa, casi descontrolada, de tal forma que sus tallos y ramas adquieren una estructura débil y frágil por falta de desarrollo diametral de los mismos. El espigamiento de la marihuana es parte de su fase vegetativa. No obstante, ciertas circunstancias provocan un exceso de crecimiento que tendrá repercusiones significativas como la merma de producción en un 25-30%, así como la debilidad de sus sistema inmune, por lo que será más vulnerable al ataque de hongos y otras plagas.
Causas del espigamiento de la marihuana
Una de las causas principales del espigamiento de la marihuana es una luz insuficiente en el cultivo, por lo que es mucho más frecuente en plantaciones interiores. No obstante, existen muchos otros factores que pueden desencadenar esta característica y que se da en toda clase de cultivos.
Falta de luz
Una planta de marihuana precisa luz para desarrollarse, si no recibe la cantidad adecuada intentará acercarse a ella para satisfacer sus necesidades. Con el fin de evitar esta situación los focos del cultivo han de colocarse a la altura adecuada para que los vegetales reciban la cantidad adecuada de luz. Estos es, a unos 50 cm. Tampoco es beneficioso colocarlos demasiado cerca ya que puede frenar el crecimiento excesivamente e, incluso, quemar las copas.
Genética
El cannabis índica tiende a formar una estructura compacta y a crecer horizontalmente, por lo que, bajo unos cuidados adecuados no se espigará. Al contrario, las sativas poseen un crecimiento vertical más intenso de forma genética. En general, son mucho más altas, pudiendo superar los 3 metros en ciertos casos, y forman una estructura más aireada, con una distancia internodal mayor. Ésto le proporcionará resistencia al moho pero corre el peligro de espigarse demasiado y debilitarse.
Falta de espacio en el cultivo
En exterior las plantas cultivadas en tierra madre necesitan su propio espacio para desarrollar su sistema radicular. Cuando este espacio es insuficiente, los vegetales se espigan y luchan para conseguir los nutrientes que requieren para vivir.
Por otra parte, indoor también es necesario respetar el área de crecimiento de cada planta a pesar de cultivar en macetas. En estas circunstancias, lo más probable es que crezcan de manera irregular por las sombras que se crearán en la zona de cultivo, lo que oscurecerá una parte del mismo. Los ejemplares de marihuana con carencias lumínicas tenderán a espigarse en busca de la luz, por lo que el conjunto del cultivo se convertirá en una batalla por conseguir llegar al foco.
Nutrición deficiente
Una de las reacciones de la marihuana tras experimentar una falta de nutrientes es el espigamiento. Esta situación se puede dar tanto por una precaria alimentación como por unas condiciones de cultivo deficientes. Durante un trasplante se dan todas estas condiciones, por lo que es menester realizarlo cuidadosamente y de la manera correcta.
Excesivo calor
Las altas temperaturas invitan al cannabis a sacar su máximo potencial y desarrollarse en todo su esplendor. En este contexto crecerá desmesuradamente. Para evitar el espigamiento de la marihuana por exceso de calor, se debe mantener el cultivo a un máximo de 27ºC. Además, lo apropiado sería que la variación de temperaturas entre la noche y el día fuese de 5ºC aproximadamente.
Cómo evitar el espigamiento de la marihuana
Manteniendo las condiciones básicas de cultivo es posible evitar el espigamiento de la marihuana. Aun así, es preciso recordar algunos de los fallos más comunes que causan este problema y cómo solucionarlo en el caso de que esté sucediendo.
Cultivos en interior
- Evitar cultivar cepas que puedan crecer varios metros. En el caso de tener espacio limitado en la zona de cultivo, lo ideal es plantar cepas índicas, que no estiren demasiado y se adapten a las dimensiones de interior.
- Colocar los focos a la altura adecuada. Una luz de cultivo demasiado alta provocará que las plantas aumenten su crecimiento para recibir la cantidad de luz que necesitan. Lo ideal es mantenerlas a unos 50 cm en todo momento, por lo que, con el paso del tiempo y el aumento de altura del cannabis, habrá que regular la altitud de las luces. En el caso de que la marihuana se espigue a pesar de mantenerlas a una buena distancia, significa que los focos no tienen los suficientes lúmenes.
- Utilizar ventiladores. El uso de ventiladores de forma estratégica oxigenará la zona de cultivo facilitando la circulación del aire y, por ende, harán que desciendan las temperaturas. Esto favorece el fortalecimiento de los tallos y que alcancen un diámetro adecuado.
Cultivos en exterior
En exterior, para reducir el crecimiento de la marihuana con la finalidad de evitar el espigamiento, uno de los métodos es usar macetas de poca capacidad durante la etapa de crecimiento para limitar la expansión de las raíces. Una vez comience la fase de floración, se realiza un trasplante a tierra madre donde el sistema radicular se desarrollará con el fin de crear unas flores óptimas.
Otras soluciones aptas para todo tipo de cultivos
Una forma de frenar el crecimiento vertical de la marihuana y, por lo tanto, de la espigación, es aplicar algunos tipos de poda, sobre todo la apical o la poda FIM, que ralentizará el estiramiento de la planta. En el caso de contar con suficiente espacio horizontal otra opción es doblar las puntas, atarlas con tutores para cambiar el rumbo de su crecimiento, o colocar una malla y cultivar utilizando la metodología SCROG.
Trasplantar al inicio de la floración, es decir, de forma tardía, limitará el crecimiento radicular al mismo tiempo que la altura de la planta. Por último, existe la posibilidad de restringir el crecimiento empleando productos especializados para ello. Es el caso de Stop Grow, cuya función es frenar el crecimiento y apresurar la floración, con lo que se conseguirá prevenir el espigamiento de la marihuana.