Cómo pelar cogollos de marihuana
El momento de cosechar el cultivo de cannabis suele ser el favorito de los horticultores. Sin embargo, todavía queda trabajo por hacer: manicurar, secar y curar los preciados cogollos de las plantas de marihuana. Se trata de un proceso para el cual hay que tener unos conocimientos mínimos si se quiere realizar con éxito y obtener unas flores de calidad. Una vez cortadas las plantas de cannabis, lo primero que hay que saber es cómo pelar los cogollos.
¿Cuándo cosechar?
Es importante conocer cuál es el momento óptimo para cosechar las plantas de marihuana; aunque la ocasión exacta la decide cada cannabicultor según sus gustos personales respecto al sabor y efectos de la marihuana. En general, se han de tener en cuenta dos variables: el color de los tricomas y el color de los pistilos.
Los tricomas
Éstos son los indicadores más fiables para proceder a cosechar las plantas de cannabis. Los tricomas son finos apéndices de los vegetales que se componen de un pequeño pie coronados por una esfera. Son tan pequeños que es necesario utilizar una lupa o microscopio para observar cambios en ellos.
Los tricomas cambian de color durante toda la etapa de floración, empiezan siendo trasparentes, a continuación se tiñen de color ámbar hasta que se blanquean. El momento oportuno para cosechar es cuando el 80% de ellos haya cambiado a color blanco. Una vez cosechada la planta, decidir cómo continuar es decisión del horticultor: pelar los cogollos o secarlos.
Los pistilos
Los pistilos son la parte de la flor que recoge el polen de las plantas macho de marihuana para crear semillas. También cambian de color, por lo que antes de pasar a pelar los cogollos, se ha de observar cómo cambian a un tono color marrón rojizo. Además, estos órganos modificarán su forma, dejan de estar tersos para rizarse. Es entonces cuando los vegetales estarán listos para cosechar.
Pelar los cogollos de marihuana
Una vez cortada la planta hay dos opciones para continuar con el tratamiento de los cogollos hasta estar listos para utilizar un un blunt o bong. La primera opción es pelar los cogollos de marihuana en fresco y, a continuación, secarlos. O hacerlo a la inversa. Lo más recomendado es utilizar el primer método ya que, una vez secos los cogollos, los tricomas se romperán con más facilidad al manipularlos.
Cómo pelar los cogollos antes del secado
Cómo pelar los cogollos con tijeras
Pelar los cogollos con tijeras es una tarea que requiere unas cuantas horas, sobre todo si se trata de manicurar un cultivo de exterior, pues la cosecha suele ser más grande. Sin embargo, de este modo el trabajo será mucho más preciso y a penas se perderán tricomas realizándose con delicadeza.
Lo primero que se debe hacer es quitar las hojas más grandes de la planta de abajo hacia arriba, rama por rama y hoja por hoja. El siguiente paso será podar las hojas más pequeñas en contacto con las flores. Para facilitar la tarea, los cogollos más grandes se pueden dividir con la finalidad de obrar con más comodidad y rigor.
Las hojas más grandes se pueden tirar pero muchas de las pequeñas estarán repletas de tricomas, por lo que se pueden guardar y usar para hacer pequeñas extracciones. De esta forma no se desperdiciará ni un ápice de producto. Depende de cómo se hayan pelado los cogollos y la planta en general, tras el manicurado, se cuelgan las ramas hacia abajo en una cuerda o, en el caso de haber separado las flores de las ramas, éstas se colocan en mallas de secado.
En cualquier caso, durante el secado los cogollos deben estar en un lugar oscuro, a una temperatura entre 18 y 24ºC, y una humedad entre el 30 y el 50%. Para regular estos parámetros es útil emplear ventiladores y controladores de humedad. Es importante hacerlo bien para evitar la aparición de moho en las flores y echar a perder el trabajo de toda la temporada, a la vez que mantener todos los terpenos y cannabinoides intactos, ya que la luz los degrada.
Cómo pelar los cogollos con máquina
La peladora de cogollos agiliza la tarea de pelar las flores de cannabis. Para emplear este método es fundamental separar los cogollos del tallo y las ramas, a no ser que el dispositivo sea capaz de hacerlo, sólo en el caso de los más sofisticados.
El funcionamiento es sencillo, basta con desproveer los cogollos de las hojas más grandes y colocarlos encima de la peladora de cogollos. Generalmente, éste cortará las hojas más pequeñas y los dejará totalmente limpios. Las hojas quedarán en un compartimento para que puedan ser recolectadas y guardadas, aquellas repletas de resina con las que se podrán llevar a cabo extracciones. A pesar de que es un método que aporta muchas ventajas también se le pueden atribuir algunos inconvenientes:
- El ruido que causan las peladoras de cogollos mecánicas no deja espacio para la discreción.
- El proceso de manicurado se debe realizar el mismo día de la poda sin excepciones.
- Generalmente se pierde calidad con este método, pues la peladora de cogollos rompe los tricomas favoreciendo su oxidación y perdiendo parte de ellos, quedando parte de la máquina pegajosa por la resina que habrá que recoger para no perderla.
- Pueden tener una limpieza tediosa.
Las máquinas para pelar cogollos están recomendadas, sobre todo, para las cosechas más grandes donde manicurar a mano llevaría horas de trabajo.
Manicurar las flores después del secado
Otra opción es secar las plantas y manicurarlas después. Esta opción no es válida si se quiere utilizar una peladora de cogollos, ya que éstos estarán demasiado quebradizos y se perderá parte de la materia vegetal. Realizarlo en este orden supondrá unos días extra de secado, la ventaja es que cuanto más tiempo seque menos clorofila tendrá en su interior.
La clorofila se encuentra en grandes cantidades en las hojas del cannabis y ayuda a captar la luz y a realizar la fotosíntesis, entre otras funciones. Además, es la que le da el sabor a verde a la hierba. Cuanto más se seque la marihuana, más clorofila desaparece y, por ende, mejor sabor y aroma presentará el cannabis.
Por lo tanto, tanto el cuándo como el cómo pelar los cogollos interviene en la calidad del producto final, por lo que es necesario decidir el método de manicurar la marihuana antes de que llegue el momento de la cosecha.